Enmienda

Sera que los años que vivimos van tatuados, va tatuada la pena...
Yo seré para vos cuando me vaya
el mar, la luz, la música y la aurora.
vos serás para mí cuando te vayas
el mar, la obscuridad, la muerte y las tinieblas.
Mar en tus ojos hay, musgo en los míos
Ansia de vivir habrá en tus ojos
ansia de morir habrá en los míos
Habrá luz en tus ojos, música y aurora
Habrá amor en tu alma, alegría seductora
Quisiera no tener memoria

convertirme en el piadoso polvo para escapar a la condena de mirarme.

Espasmo

Misticismo secreto
se cuela entre el vestíbulo
de mis muslos;
permutan las facciones
de mis pechos;
la dermis escribe
versos de sudores
excitados y el encaje
de mi cintura aprecia la lluvia.
Mi aurora despliega
entreabierta,
lenguas de fuego
inflamando el cetro
de mi placer absoluto.
Esquivo los postigos
de la oscuridad,
buscando el retorno
de mis dedos ansiosos
en medio de un desasosiego
que electrifica
cada pliegue de mi cuerpo.
Con sonoros gemidos
saboreo mi boca,
arqueando mi fragilidad
y el Universo

resuena a unos centímetros de ti.

Melancolía

Abatida por  despertares sin preaviso ni protesta,
sin paciencia ni alegría, sin más paz que mi fealdad;
ya los sueños no son más que un ayer desvanecido;
ya no creo en avatares, ni en promesas ni en silencios
sólo creo en lo que veo
y lo que veo no es real...
Voy cayendo en picada sin saber de dónde vengo,
sin saber si lo que soy es tan sólo un sueño extraño,
o es apenas el botín de un pirata del pasado,
o es que acaso el bucanero es aliento del futuro
un futuro que se ahoga al volcarse hacia el presente,
un futuro apaciguado
lacerado y oprimido,
un futuro silencioso, casi mudo, derruido
en contraste tan confuso que semeja al caos fractal.
Voy volcando pesadillas para goce de este mundo
donde todo lo premiado es premiado por maldad,
y los héroes son caudillos que desmiembran o verdugos
que ejecutan sus sentencias sin cuartel y sin piedad.
Voy besando mis recuerdos sin saber si es que son míos
o prestados o comprados o tomados al azar.
Voy bebiendo de la vida lo poquito que me otorga
y sedienta voy llorando lo que nunca quise dar.
Y no queda más remedio que seguir la misma senda
y cargando con el cuerpo que me sirve de prisión

ir pagando los pecados que son míos y no son

Cólera

En un lujoso restaurante de aquella pequeña ciudad, se celebrara la boda que siempre había soñado Daniela.
Con su bello vestido blanco y del brazo de su amado Javier, entraban en aquel salón, más de cien personas aplaudían de pie, emocionados. Ubicados en mesas ordenadas en medio circulo, con la mesa de los novios en la cabecera, el ovalo que quedaba al medio era para luego bailar.
Mientras tanto, en una casa a pocas calles de aquel lugar, una dama, vestida con un largo y sinuoso vestido negro que resaltaba su perfecta silueta, frente al espejo, coloco una capelina negra, dibujo media sonrisa en su rostro y salió.
En la fiesta, la música, los murmullos, las risas, todo invitaba al festejo del broche de oro de la relación de Daniela y Javier, luego de tantos años juntos…
Bailaron el vals... el la besaba, ella se sentía feliz, el la miraba embobado…

Angustia

Recostada en la cama, la pereza invadía su cuerpo…la delicada mano que acariciaba su espalda se transformó, de golpe, en un temblor glaciar que le recorrió el cuerpo. No atinó a darse vuelta.
Prefería la siempre traicionera paz de la ignorancia.
La absurda certeza de estar sola en esa desconocida casa, era lo único que la mantenía con vida.
El aliento se le escapaba en pequeños sonidos. Sudor, pánico, terror. Si giraba la cabeza se sabía perdida.
Mejor esperar lo inevitable con el corazón en lágrimas y la vista tan temblorosa fija en su almohada
Sólo entonces se opuso a la verdad. Giró lentamente la cabeza y descubrió,

Con el terror de una presa, su reflejo solitario, en un viejo espejo.

Integridad

Aquello que sacude nuestro corazón es nada más y nada menos que momentos preciosos y sencillos que llenan de goce y satisfacción nuestras vidas. Esos pedacitos de tiempo y espacio que se atesoran en el fondo del ser y que nos ayudan a ser felices. El deleite de los sentidos en todos los ídem, valga la redundancia. Vista, oído, olfato, gusto, tacto. Hedonismo en estado puro, pero hedonismo bien entendido.
… un café con leche recién hecho…
… una caricia todo a lo largo de la espalda…
… la risa de un bebé…
… el cielo gris y la luz de otoño…
… el aroma del jazmín en primavera…
… chocolate amargo…
… el tacto de la hierba húmeda en los pies descalzos…
… una buena conversación sobre cualquier cosa interesante, trascendente o mundano…
… la hipnosis que produce ver dormir a tu hijito, imagen viva de la placidez,

… la luz del amanecer entrando por la ventana, la brisa refrescante, cortinas blancas, el susurro del mar, el abrazo del ser amado… (Esta es el colmo del placer, para mi gusto)

Tu


Íntimos, tantos años
Disfrutando resabios de días juntos,
suavidad de caricias candentes,
liberan, indecentes propuestas azules
en la victoria con que tu ausencia
me visita en esa permanencia

que aguardo hasta que te vienes.

Ira

Desordenados y atónitos, la sangre aún se puede regar de aquellos que te hicieron mendigar. Vístete de gala y excita las llamas. Siéntate en el trono y viaja en el desprecio. ¡Ya nunca verás otra alborada! Deslumbrante ser, perecerás en las tinieblas. ¡Adelántate y cierra la puerta! Porque la horrible multitud ríe. Ya que gracias a ti, la sonrisa ha muerto.


Maldita sobriedad


No es tan venenoso, ya: también caduca
el amor en la fecha señalada en su dorso.
Ya no es ese cianuro
tan eficaz, ni acaso necesaria
la urgente sobredosis. Qué cualidad letal
la del amor filtrado en la memoria.
Regreso a las palabras y compruebo que nunca
se contagian o enferman con las fases
de mi intoxicación o mi delirio.
Siempre más sanas, siempre
a punto de ser dadas de alta y de dejarme
un poco más enferma. Y nunca simultánea
he sentido la fiebre en mi otro cuerpo,

el que tiene por vísceras palabras.

Sofoco

Despilfarro del ingenio en vergüenza
la lujuria es en acto, y hasta el acto
desleal, sanguinaria, traidora,
salvaje, extrema, cruel y ruda:

subestimada no bien se la disfruta,
sin medida anhelada, y ya alcanzada,
odiada sin mesura, cual un cebo
que desquicia al incauto que lo traga.

Desarticula los suspiros, los abrazos,
los gemidos del antes y el durante,
regocijo al sentir, después penuria,
promesa de alegría, luego un sueño.

Lo saben todos, pero nadie sabe

cerrar el cielo que lleva hasta ese infierno.

Nada vence un sentir (segunda y ultima parte)



Lucia contemplaba con una sonrisa, el color de la pared del cuarto del bebe, había quedado tal cual lo había soñado.


El piso de alquiler que habían rentado en Chile, era confortable, ella con pasión decoro cada rincón de ese, el hogar.


Esa mañana Luisa recibe una llamada que la sorprendió bastante, desde que habían tomado la decisión de irse de Argentina, no había vuelto a hablar con su madre


-hola Luisa, necesito verte, los estudios que me hicieron no salieron bien y deseo verte.


Luisa emocionada, había esperado tanto esa llamada, contesto…


Mama, que alegría escucharte, seguro que saldrá todo bien, lo de viajar se complica un poco, mi embarazo está avanzado y volar… temo volar… pero.


La madre la interrumpió


-hija, siento este tiempo de ausencia, pero es preciso que vengas….te necesito. Y corto


Luisa se quedó con el teléfono en la mano, mirando esa pared, tocándose el vientre, y sus lágrimas brotaban sin cesar de sus ojos.


Cuando el llego, la encontró en la terraza, abrigada con una manta, mirando a la nada misma, la beso, acaricio su vientre, y la abrazo fuerte, Luisa temblaba….


-¿qué pasa cariño? ¿Decime que ocurre, porque estas así?


-Tenemos que ir a Argentina, me llamo mi madre, está muy mal y además lo pensé bien y deseo que nuestro hijo nazca allá.


-¡olvídalo! No podes volar, recuerda tu presión, y lo que el medico recomendó, tranquilidad y nada de disgustos


-por eso, si me amas y no quieres ponerme mal, vamos a argentina, vamos en coche, que más da, de paso contemplamos el hermoso paisaje, los dos amamos las montañas, y tendremos montañas de todos los gustos (sonrió)


- a ver, deja que me organice y en unos días te digo algo, es que el trabajo, mis empleados, justo en estas fechas…


- sé que si te pones algo en mente lo logras, asique, en tres días viajamos a Argentina… ¡te amo hermoso! Y sonrió


Se veía tan bella, el embarazo enalteció su dulzura…. El la miraba, enamorado perdido, como el primer día.


Una mañana se levantaron, ya tenían todo listo, mientras Luisa hacia el desayuno, el miraba por la ventana el cielo, estaba nublado, anunciaban tormentas, en ese momento le vino a la memoria que de pequeños adoraban ver las tormentas eléctricas…

Ya habían pasado el paso fronterizo, iban en mitad del viaje, la ruta rodeaba altas montañas y el paisaje era encantador, hasta la lluvia daba un toque romántico a aquel viaje. Luisa acariciaba su vientre, el la miro, de esa manera que siempre la había cautivado… de repente un reventón, el coche empezó a ir de un lado a otro, el intento maniobrar, todo resulto en vano, y cayeron, tumbos y más tumbos, era interminable aquel precipicio…


En esta historia no comieron perdices, el destino, o como quieran llamarlo, hizo que sus vidas acabaran, así… sin más, ni el abismo, ni la muerte pudo vencer su sentir.

Manía

Me perteneces, quería protegerte
Sentirme parte de tu vida vacía,
Sentir que el viento tocaba
las sensibles cuerdas de la felicidad....
¡Pero no! tú dejaste un hondo pesar,
Y quitaste mi seguridad,
Tengo que pensar lo que debo hacer
quitarte el corazón o morir con él.
No puedo dejarte ser...
Debo hacerte mi prisionero
que dependas solo de mí...
de mi agrietado corazón viejo y sangrante,
Quitarte las mieles que otras te pueden dar,
Meterme en tus sueños, en tus ojos y ser yo quien los guie,
Quien te torture por la eternidad.
Tarde he comprendido
Que mi fin sobre ti es condenarte
A una vida llena de sufrimiento
Por el amor que te profeso,
Oh! cuanto me arrepiento,
De amarte tanto,
Y ser tu verdugo,
Quien te da nada, solo amor
Amor...amor leal,
Sin mentiras, sin fingimientos,

Un amor casi muerto,
que nada hace, mio y pasional.


Inmersa en un abismo más oscuro que tu mirada.

me encuentro ausente, perdida y olvidada.

ya sé que no pertenezco a este lugar.

porque vos te encargaste de desterrarme de aquí.

matando a aquel ángel que habitaba en mí.

Ahora pertenezco a otro lugar donde ni la muerte me podrá salvar, pertenezco al abismo, a la oscuridad.

pertenezco a esta noche sin luna.

la que jamás volverá a brillar.

No me salves. No vengas por mí

¡Ya es demasiado tarde!

...desgarraste mi alma, destrozaste mi corazón.

Ya no queda nada bueno en mí.

deja que me pierda en esta noche que ya es mi fin.

Nada vence un sentir (primera parte)

Verano, noche clara. Las estrellas rutilan descaradas, rodeando la cara que muestra la hermosa luna.
En uno de los árboles del parque de aquella majestuosa casa, estaba el apoyado, de figura atlética y arrogante, fuma cigarrillo tras cigarrillo, mirando el cielo.
Quieto, estático, con los ojos fijos en todo y en nada, Tenía que entrar en esa casa, dio un salto cuando la braza del cigarrillo quemo su blanca camisa.
Las grandes puertas se abren y pasa lentamente un coche, Luisa llegaba cansada luego de una larga jornada
-buenas noches bonita
- ¿eh? ¿Qué estás haciendo acá? ¿No viajabas a chile? Lo que me faltaba, encontrarme con vos, día de mierda si los hay…
-- tranquila fiera, que todo esto es tuyo y la noche de todos, por lo tanto mía también
Y prendió otro cigarrillo con todo descaro
-          ¡sos un cínico!
-          Así me han dicho infinitas veces, tantas que termine por creerlo… mira que hermosa noche, y vos con esa cara de enojo, estas realmente fea, y a mí me gustan las mujeres lindas, ya lo sabes, si suavizas un poco esa fruncida nariz… perdonare las ojeras y tu despeinado pelo (irónico comento)

Enfurecida, siguió su marcha y estaciono el coche, bajo, abrió la puerta de la casa al tiempo que gritaba
-papa, ¿qué demonios hace mi primo acá aun?

Evocación

“La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia” .El silencio de aquella casa no era la simple ausencia de ruidos que se acostumbra a experimentar cuando la noche se adueñaba del mundo, esto era diferente; era un silencio palpable; espeso; crudo; gélido… era algo que tenía vida propia. Los pasillos, cortos a la luz del día, o de buenas lámparas, se volvían corredores de longitud infinita cuando las sombras se extendían por las viejas paredes.
En piso crujía, sin razón aparente, en un ritmo acompasado. Si una luz, por más fuerte que fuera, hubiera estado ahí, tratando de revelar los objetos que estaban regados por doquier, se hubiera visto consumida, lentamente, por inexplicables objetos que se movían con la agilidad con que una serpiente se arrastra por la tierra.
Había largos murmullos, encapsulados por el tiempo, que recorrían las habitaciones, también estaban las voces, graves, hoscas, frías y grotescas, que susurraban nombres, o frases, en lenguas desconocidas. La sensación de que algo estuviera ahí era demasiado fuerte para no creerlo. Era una presencia, al igual que el silencio, que podía mover cosas.

Amankay

No peco de vanidosa 
Tengo un estilo definido
Pocos saben de que hablo
Patético el mundo en que vivo
me pregunto, ¿cuál es el motivo?
Orgullosa estoy de mi identidad
No debo dar explicación
Ponte frente a un espejo
Vos, ¿sabes quién sos?
Numerosas mentes retorcidas
Suponen un genio
viven espiando su alrededor
y ¿me hablas de temperamento?
Tengo un estilo definido
no lo volveré a repetir
si preguntan el porque, no me importa
no adeudo justificación.
Escribo a modo de consuelo
por mi irritable alrededor
Escribo porque así lo de deseo

y si deseos tengo, así me voy....

Manicomio

El mudo corre desnudo, y mea donde se le da la gana, Gloria llora sus penas y con dos dientes grita que las paredes emanan paz y le dicen  ¡bella! y camina y camina murmurando, cosas que pasan.
Juan no sabe escribir y el alcohol quemo su cabeza y sus entrañas,  Pedro camina con prisa mientras grita ¡quítate, no tengo nada! El motor del agua ruge, Cecilia esta cagada, y Mercedes habla con uno y con otros, y al lado de ella no hay nada.
Quién diablos puede decir, lo que se vive en ese lugar, si cuando alguien viene de visita… ¡hay que avisar!, entonces lo bañan, lo visten, y pasan el portal, donde en la sala de espera, algún que otro familiar, viene a traer cigarros al desdichado que “loco “esta.


Desventurado







No me culpes si en tu cuerpo

han quedado mis pasiones

Ni si en cada gemido

que a tu odio llegan muertos

Idealizas que son míos

No te atrevas a pensarme

cuando te tocas solitario

No soy yo quien te acaricia

Ni quien te besa los labios

Y si en tu lecho me buscas

Sediento y añorando

Recuerda que te amé un día

Solo un día, y sigo penando.

Guztiak

Un bello recuerdo vino a mi mente una vez más, y decidí escribirlo.
Era en España, en el mes de octubre, él vivía en un bonito piso en una ciudad costera, Canet d'En Berenguer, hacía tiempo que nos amábamos, ya les comente en otro escrito sobre sus pestañas, sus ojos, su boca…
Una noche estábamos recostados en el sofá, apasionados por las películas clásicas, esta vez y por cuarta vez, estábamos viendo Doctor Zhivago.
Digo cuarta vez, porque cuando la película comenzaba a conmovernos, nos besábamos,  acariciábamos, y hacíamos el amor, el mando se caía, los cojines volaban, y nosotros levitábamos, con el corazón a mil y una sonrisa de placer y plenitud, la película ya había pasado…
Volviendo a esa noche… hubo besos, claro… toqueteos… ¡claro!, varios cubatas, aun así logramos terminar de ver aquella sublime historia de amor.

Y si



Creame si le cuento que he llegado en un barco sin luces. Que mi destino se debe a un simple golpe de timón. No le miento si le digo que he venido al lomo de un tren torcido, raspado el anden y que de a poco me he ido encarrilando. Comprenda que hace tiempo que caigo suavemente en este avión, de papel de cuaderno, como el que hacíamos en la escuela. Si usted viera lo simple que soy, entendería mi complejidad.


Destierro

Breves pensamiento
el viento sopla,
en la oscuridad de mi corazón.
Se escuchan gritos y llantos,
pero no escucho tu voz...
Las rosas,
se secaran en mis manos
como en tu tumba,
Tu cuerpo será devorado,
devorado por gusanos...
pero gotean tus lágrimas,
en las rosas ya secas y marchitas,
pintando de rojo las manos

del poeta que en tu oscura alma habita.


pero gotean tus lágrimas,
en las rosas ya secas y marchitas,
pintando de rojo las manos

del poeta que en tu oscura alma habita.

Sometidos

Más que en sus cuerpos, en sus miradas, se reflejan sus pensares, donde mudas sus voces, permanecen inquietas en el interior del alma
En el mundo de arriba, tan distante a este, pecan unos y otros, sus voces gritan la suerte que no les es correspondida, desde alto caen en picado, cruzando el mar azul de blancas olas deformes,  las cuales no se interponen en su descenso, mar azul brinda un rojo sangre, a quienes pierden sus alas.
Y estos creen poder despertar de la pesadilla que ahora les abraza, las gotas de dolor.
Poco a poco bañan las blancas alas de quienes aún mantienen el vuelo, semejantes vistas volverán
de nuevo en la noche, donde solo unos pocos despertaran con los recuerdos de quienes no

regresaron de la pesadilla, que aun puebla los cielos.

Amor




Cada gota de sangre que emanan de tus ojos las esparzo sobre mi corazón vacío, lanzo al viento las palabras tímidas de tu ser y desearía que salvaras mi alma de la oscuridad. Tus labios están débiles y pálidos y tu mirada se empieza a cerrar estas cubierto de fuego que separa nuestras vidas.

Perdida en un valle de soledad nunca creí que existiera alguien a quien adorar, hasta que vi la luz de tus ojos, te has convertido en mi Dios a vos van dirigidas mis plegarias y pondría mi vida en tus manos.

Veo un brillo claro en el firmamento la luna se observa en todo su esplendor, una perfecta mezcla de almas con un mismo deseo donde el mar acaricia la orilla

Llevas la noche en tu corazón y la brisa crea un ligero sonido, no hay disfraz, tu sombra aplastada a mi espalda, pletórica sensación de alivio. Aun no te has ido

Afrenta

Él estaba sentado frente a ella, un bolso a su lado definía su partida.
¡Por mis muertos te juro que no te engañe! Grito
En el sofá vio a su abuela tejiendo, con una sonrisa le dijo- decile la verdad.
En el pasillo vio a su padre con el rostro desfigurado al grito de – ¡esa es mi niña!
Temblorosa comenzó a llorar, no entendía nada, una voz le susurró al oído – das asco, no vales la pena.
¡Por favor, por favor! Su llanto era desesperado, aturdida  salió corriendo a la calle, de pronto sintió unos brazos que le rodeaban la cintura, quedo inmóvil

_ tranquila, mi amor, te creo

Ceremonial

Se dirigió caminando, sigilosamente, por aquel  bosque, la noche no tardaba en llegar, y ella aun no sabía bien su destino, quebrando ramas, pisando arbustos,  sofocada de calor, con la camiseta pegada a su cuerpo, y su botella de agua vacía… apuro un poco el paso, con arañazos en sus brazos y ya de mal humor seguía sin encontrar donde se abría aquel tupido bosque… Chillidos de todas clases de aves  aturdían su mente, al tiempo que era picada por insectos…
Algo la detuvo, escucho voces humanas, se alegró y se dirigió hacia donde provenían, por fin había encontrado un claro en el bosque… sorprendida vio a varias personas alrededor de una fogata, la noche se hacía presente. Con sonrisa la recibieron, ella, extrañada, se sintió cómoda.
Estaba en el lugar indicado, del que tanto le habían hablado, allí se encontraba  el chamán y seis personas más, con ella eran ocho rodeando la fogata. Por una combinación de plantas psicodélicas y música, el trance chamánico le permite a uno percibir parte de lo que no puede ser percibido en los estados ordinarios de conciencia. Esto se realiza generalmente con el propósito de la cura, la adivinación o comunicación con el mundo de los espíritus. El chamán bebe Ayahuasca para que

Tránsito



El día que me muera


quiero una tumba olvidada


que cubriendo la arena caldeada


descansara a la orilla del mar


Y dormir del oleaje al arrullo


escuchando el eterno murmullo


de las olas que vienen y van


Admirar el doliente destello


de la luz moribunda del sol


que al hundirse en lejano horizonte


besa el agua y el cielo y el monte


con sus ondas de luz y calor


Yo se entonces que blancas gaviotas


emigrando de playas ignotas


a mi asilo vendrán a gemir


y solo ellas sabrán que he llorado


que es muy triste morir olvidado


del hogar, de la patria y de ti


Ni una flor, ni un recuerdo bendito


Ni un arbusto, el arbusto marchito


que a otras tumbas su sombra les da


enfriara la cabeza ardorosa


A la espera preparo mi vuelo


Como estrella que brillar en el cielo,


Y encuentro a la muerte amorosa


Sin guadaña, con fragancia de rosa





Que me lleva a la eternidad.

Desorden

Despeinada, buscando a tientas  sus pantuflas, con toda la pereza  del mundo, se dirigió al baño, una ducha lograría quizás quitar aquella resaca que sentía su cuerpo, se miró al espejo, y sin prisa alguna, la idea de mojarse se alejó de su mente.
Un café cargado, y un cigarrillo…. A la segunda calada se sentía tan entabacada que lo tiro.
Miro su móvil, dos llamadas de su madre, más de lo mismo.
Abrió la ventana, una bocanada de aire demasiado cálido y el reflejo del sol, hizo que la cerrara rápidamente.
Termino el café de un sorbo, nada por hacer, domingo mortecino, no recordaba casi nada de la noche anterior, amigos , música, cocaína, tragos, movimientos, cocaína, sudor, franeleo, cocaína.
Pagaría lo que fuera por ser feliz una puta hora del día, pero estaba jodida, su adicción había empezado como la de la mayoría, primero las pruebas y te diviertes. Luego te acostumbras a ella y te produce bienestar. Finalmente estas siempre mal al menos que la tomes, de manera ilusa su autoestima subía, se sentía sexy consumiendo.
Volvió a la cama y se desplomo sobre ella con la cabeza hundida en la almohada, hacía tiempo que no lloraba, pataleaba como una niña rabiosa y maldecía a todo lo que le venía  a la mente.
Aturdida, enajenada, llevaba sus manos a la cabeza, una raya… necesitaba una raya, el móvil no dejaba de sonar,  corrió al baño, de un puñetazo hizo mierda el espejo, sangre corría por sus dedos, el maldito teléfono seguía sonando, como pudo atendió, era su madre…

_ ¡AYUDAME MAMA!




                                  "Estas ideas mías
                                     Infectan la mente
                                      Se filtran por la médula
                                         Hormiguean en la barriga, hinchándola hasta arder
                                             Es entonces cuando llega el dolor
                                   Como un segundo esqueleto 

                                            Intentando encajar bajo la piel" 

I 

Loores y olores

Patricia estaba nerviosa sentada en la cama. En unos instantes él iba a venir y sentía un cúmulo de sensaciones... No sabía si hacía bien o mal, solo llevaba un año casada y estaba sentada en esa cama de la habitación de un hotel para entregarse a un hombre que no era el suyo. Era un compañero de trabajo, lo conocía de varios años y últimamente habían tenido bastante tensión sexual, pero no imaginaba que esto ocurriría, que quedarían para tener sexo, para apagar ese fuego que había surgido entre ellos. Habían acordado que fuese solo una vez...
De repente sonó la puerta de la habitación ella salió corriendo, impaciente por verle, por abrir esa puerta... Y ahí estaba él, con la camisa desabrochada parcialmente, dejando asomar parte de su torso, un torso espectacular... Unos jeans que dejaban intuir su excitación... Ella lo esperaba en camisón con un tirante ligeramente bajado... Se fundieron en un gran beso nada más verse, la abrazó apretando su miembro contra ella, haciendo que ella notara su excitación, cerró la puerta de la habitación y la puso contra ella, metió su mano por debajo del camisón... Estaba húmeda, súper excitada... El no pudo

Lengua


Desnudo consonantes 
Arrojo vocales
Acomodo las sílabas
Estiro  la rima
Riego el poema
Acaricio los puntos
y dibujo los sueños
Gemidos como pausas
y sollozos son estrofas.
Deslizo la pluma
En vertebradas palabras
Me seducen las comas
Y muerdo sutilmente tus puntos
Bebo la tinta
Olfateo el deseo.
Delineo con la lengua
El balbuceo de mis labios
Sujeto a las metáforas
Agrupo la emoción
Coqueteo con la esencia…
La lectura me envuelve
Masculinidad eres…

 Mi poeta.

Luces paganas

Cincundada  por la sombra temible,
que difunde la muerte asoladora,
desterrada en una tierra inhabitable
que a sus tristes moradores cruel devora,
diviso la luz inagotable
del sol eterno que brilla sin aurora,
que no vio del ocaso la tumba oscura
ya rápidos derrama la dicha pura
y los dardos de la burla y reproche,
en una tierra extraña y forastera.
Intento mencionar esa pesadilla
entre cepos, esposas y cadenas
Y vos, colosal varón de mis venas
abismo inagotable de dulzura
das vitalidad y aliento a mi flaqueza.
Sumergida en un mar de amarguras
Entre tinieblas que de forma absurda me juzgan
Tu mano haca la luz me encamina
cuando me rinde un sueño apacible
y subo a la morada inaccesible.
De las plegarias internas más absurdas
sin rumbo, sin carta y sin guía;
una aura dulce y fresca respiraba,
ya mi corazón dilataba la alegría;
una calma benéfica reinaba,
y la pálida luna resplandecía;
encantadora luz por la cual suspiro
Así en mi entusiasmo dirigía
todo mi corazón a tu luz encantadora,
sumergida en patética alegría,
cuando un mármol nevado es nueva aurora
se presenta la senda suspirada

con fragmentos  de sucesos de mi vida

Viajes sin llamadas

Luego de una espera sofocante y mi falda pegada en mi culo, aparece el de recursos humanos, me da la mano y una silla. Sobre la mesa está mi currículum impreso, tres folios y la foto en blanco y negro. Me pregunta si tengo experiencia. Es la única pregunta y soy tan tonta de contestar lealmente. A continuación me describe el puesto, que es una mierda, con un horario penoso y un sueldo aun peor. A falta de pan… muestro interés, sonrío y cruzo mis piernas, no para seducir a ese perejil, más bien para ventilar.

Consejo



Animate y deciles algo, aprovecha y largales un rollo que los deje ahí tirados, atónitos. Provocalos, dejalos consternados y llevalos al callejón de la carne, dramatiza exageradamente y dale detalles de la mujer descuartizada que encontraron en la basura. Emplea la lógica demoledora del delirio, confundilos. Creales algún serio conflicto cognitivo. Dejate de tonterías, lamentándote siempre por las mismas cosas. Hace años que vivís en el ridículo y no logras ver más allá ¿verdad? dónde está aquella frescura desgarrada, aquel bisturí de cuatro filos que tenías en la punta de la lengua aquella fluidez del lenguaje aquella catarata aquellas ganas infinitas de contar historias. Afílate los dientes deja de pensar en las musarañas, arrancate esa cara de idiota. Abrí los ojos vamos ahora es el momento tenes que decir algo.

Cuestion de piel





Quedamos los dos
en carne viva.
El duelo ya sin armas
era estaca en pedazos.

Una calma entreabierta
debatía las sombras
y la lluvia
(esa lluvia de primavera)
salpicaba zaguanes.

Sé que buscaste entonces
caricias entre líneas.
Que rozaste impaciente
el reloj del abismo
y un suspiro de luna
apartó los espejos.

Pero aún llueve
(pendular monótona viciosa)
con hebras de cristal.

Cercada por la noche
supe
porqué el gatillo
se suspendió irascible
entre tus manos sordas.
Acomodé las huellas
debajo del ciprés
e impaciente de ausencias
desacuné cansancios.

Pero llueve
como si el universo abriera
sus fauces sin colmillos
por tragarse el océano.

Se fraguan las cenizas
se erigen puentes turbios

y los ojos se añoran

y los dedos se escapan

y la lluvia no cede.